La neuronavegación ha supuesto una auténtica revolución en la cirugía del sistema nervioso y la columna vertebral.
¿Qué es la neuronavegación? Es la utilización de un sistema de localización anatómica que permite al cirujano conocer en tiempo real durante la cirugía dónde se encuentra exactamente, qué estructuras anatómicas tiene a su alrededor, dónde está la patología (tumor, malformación, ect) del paciente, qué angulación ha de dar a los implantes que está colocando, etc.
Esto supone un ahorro de tiempo considerable, aporta una gran seguridad a la cirugía, permite conocer antes de finalizar la cirugía dónde se encuentran los implantes con mucha mayor precisión, evita reintervenciones y complicaciones y supone un ahorro global de tiempo, dinero y radiación.
¿En qué consiste? Mediante un sistema de triangulación similar al que realizan los sistemas de posicionamiento “GPS”, utilizando unas cámaras de infrarrojos o mediante un campo electromagnético, y usando imágenes en tiempo real obtenidos con una RM o un TC (Oarm) o fusionando un reconocimiento anatómico (reconocimiento facial con laser en el caso de la navegación cerebral) con unas imágenes de RM y/o TC previamente obtenidas, permite en tiempo real durante la cirugía localizar cualquier estructura anatómica con mucha precisión. Esta precisión depende del software y hardware utilizados así como de la calidad de las imágenes preoperatorias principalmente.
En el hospital La Milagrosa contamos en el quirófano de neurocirugía con un navegador Medtronic® de última generación (StealthStation 7®) y un sistema de TC intraoperatorio conectado a dicho navegador, el Oarm Medtronic®.
¿Qué aporta la neuronavegación en la cirugía cerebral? La neuronavegación permite al cirujano simular hasta cierto punto la cirugía que va a realizar durante la planificación de la misma en el ordenador, de manera que puede preveer algunas de las posibles complicaciones, conocer con detalle la anatomía en la que va a trabajar y planificar con mucha precisión la craneotomía, es decir el abordaje, con lo que en muchos casos puede realizar abordajes mínimamente invasivos (craneotomía supraciliar, “keyhole approaches” , etc).
Durante la cirugía, ahorra tiempo quirúrgico, da seguridad al cirujano, disminuye la probabilidad de complicaciones y permite una resección tumoral más completa.
En el caso de los tumores cerebrales intrínsecos, como gliomas cerebrales, la utilización de neuronavegación, monitorización neurofisiológica y la realización de cirugías con el paciente despierto, permite realizar resecciones tumorales completas o muy amplias con una mínima morbilidad. En la actualidad las guías de tratamiento de tumores cerebrales recomiendan la utilización de estas técnicas siempre para la cirugía de los mismos.
¿Qué aporta la neuronavegación en la cirugía de columna? Para colocar implantes en la columna vertebral (tornillos pediculares, injertos intersomáticos, etc), tradicionalmente los cirujanos nos hemos ayudado de aparatos de RX. Estos, además de producir radiación ionizante, sólo dan información parcial en tiempo real (una sóla proyección), y en el caso de pacientes obesos, con mala calidad de hueso (osteoporosis, pacientes ancianos), la imagen en muchos casos es inadecuada para la cirugía, con el consiguiente riesgo de complicaciones. La navegación y el uso de TC intraoperatorio (Oarm) permite obtener imágenes en 3D en tiempo real, incluso en el caso de pacientes con mala calidad ósea, con lo que aumenta considerablemente la precisión y la seguridad durante la intervención.
Además en el caso de la cirugía mínimamente invasiva, que se realiza a través de incisiones mínimas en la piel, mediante endoscopio y por abordajes tubulares microquirúrgicos, el cirujano no cuenta con las referencias anatómicas habituales, por lo que el apoyo de la navegación es de gran ayuda, siendo en algunos casos indispensable.
En la cirugía de deformidades, como la escoliosis o la espondilolistesis, donde la anatomía está muy distorsionada y las imágenes de RX pueden ser confusas o difíciles de obtener, la neuronavegación y el Oarm son una ayuda inestimable para el cirujano, y una gran seguridad para el paciente.