Lumbalgia

¿Cuáles son la causa de dolor lumbar?

Con el envejecimiento la fuerza de los huesos y la elasticidad y el tono muscular tienden a disminuir. Los discos pierden agua y flexibilidad, lo que hace que tengan menor capacidad para amortiguar las vértebras.

El dolor lumbar refleja la irritación muscular o de los nervios o puede ser causado por lesiones en los huesos. La mayoría de los dolores lumbares se producen tras una lesión en la espalda motivada por causas degenerativas como la artritis, artrosis, enfermedades óseas como la osteoporosis, infecciones, irritaciones de los discos o de las articulacions o anomalías congénitas de la columna. Muchas veces el dolor lumbar no tiene una única causa o es difícil encontrarla, y es lo que se denomina dolor lumbar inespecífico.

La obesidad, el tabaco, el aumento de peso y las alteraciones de la estática y la dinámica de la columna en el embarazo, el estrés, las posturas inadecuadas en el trabajo y durante el sueño, pueden contribuir al dolor lumbar.

En pocas ocasiones el dolor lumbar traduce la existencia de un problema médico más grave, como una infección severa o un tumor. Algunas de las enfermedades más frecuentes que pueden producir dolor lumbar y que precisan ser tratadas por un médico son hernia discal, estenosis de canal, listesis lumbar, escoliosis, fibromialgia, espondilitis, artritis y artrosis.

¿Quién tiene más predisposición a padecer dolor lumbar?

Es uno de los problemas médicos más prevalentes en el mundo. Hombres y mujeres tienen igual predisposición. Ocurre con más frecuencia entre los 30 y los 50 años, debido en parte al proceso de envejecimiento y como resultado de estilos de vida inadecuados. El riesgos de padecer dolor lumbar de causa discogénica o por degeneración de la columna aumenta con la edad.

¿Cómo se diagnostica el dolor lumbar?

Corresponde al médico decidir si es necesario realizar estudios complementarios. Normalmente, con una buena historia clínica y exploración, en la mayoría de los casos de dolor lumbar no hay que hacer radiografías u otros estudios. Sólo si existen signos de alarma, riesgo de daño neurológico, o el especialista se plantea la posibilidad de precisar tratamientos invasivos o cirugía, estará indicado realizar radiografías, tomografías, resonancia magnética, estudios neurofisiológicos, etc.

Tratamiento del dolor lumbar.

La mayoría de las lumbalgia se tratan sin necesidad de métodos invasivos, y sólo un 10% de los pacientes con patologías de columna como causa específica de dicho dolor van a requerir una cirugía. El tratamiento incluye habitualmente educación del paciente, terapia física, rehabilitación, ejercicio físico, analgésicos menores, relajantes musculares y otras medicaciones. En la mayoría de los casos de dolor lumbar inespecífico no es necesaria una limitación de la movilidad, y el reposo en cama no se recomienda casi nunca más allá de dos días.

¿En qué casos va a ser precisa la cirugía?

Cuando el dolor lumbar sea crónico e incapacitante y no mejore con un tratamiento conservador adecuado, y sea debido a una degeneración discal de uno o dos segmentos, la cirugía de fusión vertebral es una opción terapéutica recomendable.

En los casos en los que el dolor lumbar se acompañe de síntomas neurológicos por compresión radicular por una hernia de disco o un quiste sinovial, la cirugía puede estar indicada.

Cuando la causa sea una deformidad como la espondilolistesis o escoliosis, la cirugía puede estar indicada.

En los casos con estenosis de canal que produzca además claudicación neurógena, la cirugía puede estar indicada.